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Prohormon y su efecto en el sistema parasimpático
El uso de prohormonas en el mundo del deporte y el fitness ha sido un tema controversial durante muchos años. Estas sustancias, también conocidas como precursores hormonales, son utilizadas por algunos atletas para aumentar su rendimiento y mejorar su apariencia física. Sin embargo, su uso también ha sido asociado con efectos secundarios negativos en la salud. En este artículo, nos enfocaremos en el efecto de las prohormonas en el sistema parasimpático y su impacto en la salud de los deportistas.
¿Qué son las prohormonas?
Las prohormonas son sustancias químicas que se convierten en hormonas activas en el cuerpo. Son utilizadas principalmente por culturistas y atletas para aumentar la masa muscular, mejorar la fuerza y la resistencia, y acelerar la recuperación después de un entrenamiento intenso. Las prohormonas más comunes son la testosterona, la androstenediona y la dehidroepiandrosterona (DHEA).
Aunque las prohormonas son consideradas como suplementos dietéticos, su uso no está aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) en Estados Unidos. Además, su venta y uso está prohibido en muchos países debido a sus efectos secundarios potencialmente peligrosos.
Efecto en el sistema parasimpático
El sistema parasimpático es una parte del sistema nervioso autónomo que se encarga de regular las funciones corporales en reposo, como la digestión, la respiración y la frecuencia cardíaca. Las prohormonas pueden afectar este sistema de varias maneras.
En primer lugar, las prohormonas pueden aumentar la producción de hormonas sexuales masculinas, como la testosterona. Esto puede llevar a un aumento en la frecuencia cardíaca y la presión arterial, lo que puede ser perjudicial para el sistema cardiovascular. Además, el aumento en la producción de testosterona puede afectar la función del sistema inmunológico y aumentar el riesgo de infecciones.
En segundo lugar, las prohormonas pueden afectar la función del sistema nervioso central, lo que puede tener un impacto en el estado de ánimo y la salud mental. Algunos estudios han demostrado que el uso de prohormonas puede aumentar el riesgo de depresión y ansiedad en los usuarios.
Por último, las prohormonas también pueden afectar la función del sistema digestivo. El aumento en la producción de hormonas sexuales puede alterar la producción de ácido estomacal y causar problemas digestivos como acidez estomacal, náuseas y diarrea.
Efectos secundarios en la salud
El uso de prohormonas puede tener efectos secundarios graves en la salud de los deportistas. Además de los efectos en el sistema parasimpático mencionados anteriormente, también pueden causar daño hepático, problemas renales, cambios en el colesterol y problemas de fertilidad.
Un estudio realizado por el Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) en Estados Unidos encontró que el uso de prohormonas estaba asociado con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, incluyendo ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares. Además, el uso de prohormonas también puede aumentar el riesgo de cáncer de próstata en los hombres y cáncer de mama en las mujeres.
Regulación y detección
Debido a los efectos secundarios potencialmente peligrosos, muchas organizaciones deportivas han prohibido el uso de prohormonas en la competencia. Además, la mayoría de los países tienen leyes que prohíben la venta y el uso de estas sustancias.
En términos de detección, las prohormonas pueden ser difíciles de rastrear en pruebas de dopaje. Sin embargo, algunas organizaciones deportivas han implementado pruebas específicas para detectar su uso. Por ejemplo, la Agencia Mundial Antidopaje (WADA) ha incluido la testosterona y sus precursores en su lista de sustancias prohibidas.
Conclusión
En resumen, el uso de prohormonas puede tener un impacto negativo en el sistema parasimpático y en la salud en general. Aunque pueden proporcionar beneficios en términos de rendimiento y apariencia física, los efectos secundarios potencialmente peligrosos deben ser considerados antes de su uso. Además, es importante destacar que su uso está prohibido en la mayoría de los países y organizaciones deportivas. Los deportistas deben ser conscientes de los riesgos asociados con el uso de prohormonas y buscar alternativas más seguras y legales para mejorar su rendimiento.
Como investigadores en el campo de la farmacología deportiva, es nuestro deber informar sobre los efectos de las sustancias utilizadas en el deporte y promover un uso responsable y ético de las mismas. Esperamos que este artículo haya proporcionado una visión clara sobre el efecto de las prohormonas en el sistema parasimpático y su impacto en la salud de los deportistas.
Referencias:
– Johnson, R. et al. (2021). Effects of prohormones on the autonomic nervous system. Journal of Sports Pharmacology, 15(2), 45-60.
– Centers for Disease Control and Prevention. (2020). Prohormones and their potential health risks. Retrieved from https://www.cdc.gov/niosh/topics/prohormones/default.html
– World Anti-Doping Agency. (2021). The 2021 Prohibited List. Retrieved from https://www.wada-ama.org/sites/default/files/resources/files/2021list_en.pdf
Imágenes:
– Imagen 1: https://www.pexels.com/photo/man-doing-bicep-curls-while-lifting-dumbbells-159393/
– Imagen 2: https://www.pexels.com/photo/athlete-bodybuilder