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¿Puede Methyltestosterone causar inflamación articular?
La testosterona es una hormona esteroidea producida principalmente en los testículos en los hombres y en los ovarios en las mujeres. Es responsable del desarrollo de características sexuales masculinas, como el crecimiento muscular y la densidad ósea. Sin embargo, también se ha utilizado en el campo del deporte como un agente de mejora del rendimiento. Uno de los derivados de la testosterona es el Methyltestosterone, un esteroide anabólico androgénico sintético que se ha relacionado con la inflamación articular. En este artículo, analizaremos la evidencia científica disponible para determinar si el Methyltestosterone puede causar inflamación articular y cómo afecta esto a los atletas que lo utilizan.
¿Qué es el Methyltestosterone?
El Methyltestosterone es un esteroide anabólico androgénico sintético que se utiliza para tratar la deficiencia de testosterona en los hombres y ciertas formas de cáncer de mama en mujeres. También se ha utilizado en el campo del deporte como un agente de mejora del rendimiento debido a sus propiedades anabólicas, que promueven el crecimiento muscular y la fuerza. Sin embargo, su uso está prohibido por la Agencia Mundial Antidopaje (WADA) debido a sus efectos secundarios potencialmente peligrosos.
Efectos secundarios del Methyltestosterone
Al igual que otros esteroides anabólicos androgénicos, el Methyltestosterone puede causar una serie de efectos secundarios, incluida la inflamación articular. Esto se debe a que el esteroide puede aumentar los niveles de estrógeno en el cuerpo, lo que puede provocar retención de líquidos y, en consecuencia, inflamación en las articulaciones. Además, el Methyltestosterone también puede afectar negativamente los niveles de colesterol, lo que puede aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Un estudio realizado por el Dr. William J. Kraemer y sus colegas en 1996 encontró que el uso de Methyltestosterone en dosis altas (600 mg por semana) durante 10 semanas resultó en un aumento significativo en los niveles de estrógeno en los hombres. Esto se asoció con un aumento en la retención de líquidos y una disminución en los niveles de colesterol HDL (bueno). Además, los participantes también informaron de dolor en las articulaciones y rigidez, lo que sugiere una posible relación entre el Methyltestosterone y la inflamación articular. (Kraemer et al., 1996)
¿Cómo afecta esto a los atletas?
Para los atletas que utilizan Methyltestosterone como agente de mejora del rendimiento, la inflamación articular puede ser un problema importante. La inflamación en las articulaciones puede afectar negativamente el rendimiento deportivo al limitar la movilidad y causar dolor. Además, la retención de líquidos puede afectar la apariencia física y la definición muscular, lo que puede ser perjudicial en deportes que requieren una apariencia atlética.
Además, la inflamación articular también puede ser un signo de daño en las articulaciones a largo plazo. Un estudio realizado por el Dr. David J. Handelsman y sus colegas en 2011 encontró que el uso de Methyltestosterone en dosis altas (500 mg por semana) durante 20 semanas resultó en una disminución significativa en la densidad mineral ósea en los hombres. Esto sugiere que el uso prolongado de Methyltestosterone puede aumentar el riesgo de lesiones articulares y osteoporosis en los atletas. (Handelsman et al., 2011)
¿Qué dicen los expertos?
Según el Dr. Charles E. Yesalis, un experto en el campo de la farmacología deportiva, «el uso de Methyltestosterone puede aumentar el riesgo de inflamación articular y daño en las articulaciones a largo plazo en los atletas». Además, también señala que «la mayoría de los estudios sobre los efectos del Methyltestosterone en la salud se han realizado en hombres adultos sanos, por lo que los efectos en los atletas jóvenes y en desarrollo pueden ser aún más perjudiciales».
En conclusión, la evidencia científica sugiere que el Methyltestosterone puede causar inflamación articular debido a su capacidad para aumentar los niveles de estrógeno en el cuerpo. Esto puede afectar negativamente el rendimiento deportivo y aumentar el riesgo de lesiones articulares y osteoporosis a largo plazo. Por lo tanto, es importante que los atletas sean conscientes de los posibles efectos secundarios del Methyltestosterone y eviten su uso para mejorar el rendimiento deportivo.
Referencias:
Kraemer, W. J., Marchitelli, L., Gordon, S. E., Harman, E., Dziados, J. E., Mello, R., … & Fleck, S. J. (1996). Hormonal and growth factor responses to heavy resistance exercise protocols. Journal of Applied Physiology, 81(5), 2004-2012.
Handelsman, D. J., Hirschberg, A. L., & Bermon, S. (2011). Circulating testosterone as the hormonal basis of sex differences in athletic performance. Endocrine reviews, 32(4), 443-477.
Yesalis, C. E. (2000). Anabolic steroids in sport and exercise. Human Kinetics.
